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Por una universidad feminista y antipatriarcal

El llamado de hace unos años atrás fue de que las y los estudiantes debían generar respuestas a las interrogantes que surgían dentro del movimiento estudiantil, y quedaba como tarea el generar más preguntas que pudieran cuestionar el contexto en que nos desenvolvíamos.


Con el tiempo, les estudiantes nos empezamos a cuestionar las relaciones de poder que se estaban reproduciendo dentro de las instituciones de estudios y en las calles, lo que hizo que todxs manifestáramos el haber percibido la desigualdad de condiciones y la violencia que nos han hecho vivir las autoridades, las pacas y los pacos, los funcionarios y las funcionarias, academicxs, entre otros.


Pero resulta que lo que vivimos nosotras no es lo mismo que viven nuestros compañeros. Hoy tenemos al Estado, la familia, la escuela, a la sociedad y al legislador interviniendo y debatiendo sobre nuestro cuerpo. Todas las mujeres al caminar por la calle estamos expuestas al acoso, faltas de respeto y diversas violencias de género por parte de los hombres cisgénero machistas.


Han surgido muchas denuncias manifestando diferentes violencias dentro de relaciones de parejas, en fiestas con amigos, en sus trabajos, con sus familias, en la misma universidad, han manifestado violencia también dentro de sus organizaciones políticas y por parte de sus mismos compañeros de militancia, lo que da cuenta del carácter estructural del patriarcado y de la instrumentalización del mismo que han realizado diferentes organizaciones políticas e individualidades.


Con respecto a la universidad central, el tema de la violencia de género con el machismo se vive en todo sentido, dentro de las aulas por partes de compañerxs y academicxs; en el ámbito administrativo, en la convivencia estudiantil, entre las autoridades con lxs funcionarixs, entre lxs funcionarixs con lxs estudiantes, en el mismo contexto del movimiento estudiantil, en todas las relaciones que se puedan percibir dentro del establecimiento.


Por una serie de movimientos, problemáticas internas y estas denuncias de violencia de genero visibilizadas en nuestra casa de estudio o en diferentes establecimientos y redes sociales, hoy se agregan más demandas a los petitorios de todas las instituciones educacionales del país, como por ejemplo la educación no sexista, la formación feminista en las aulas, la no discriminación a las disidencias sexuales, y sobre todo la transformación de los espacios para tener un ambiente y una comunidad estudiantil feminista.


Hoy la universidad central de Chile ha levantado diferentes espacios de discusión, deliberación, coordinación y unificación entre las compañeras que participan dentro del movimiento estudiantil, con la perspectiva de erradicar el machismo y la homofobia de nuestros espacios de estudios, para conquistar una educación feminista, intervenir en los debates políticos nacionales, avanzar en nuestro camino de lucha, unir nuestras fuerzas con las del movimiento de les trabajadorxs y todas las justas luchas de todes lxs explotadxs y oprimidxs, como el pueblo mapuche, pues entendemos que solo la unión de las fuerzas de todxs nos llevará a transformar nuestras relaciones y formas de vivir.


A principios de Junio, se creó la primera asamblea de identidades femeninas que tuvo una gran convocatoria y que fue histórica gracias a la participación de las compañeras de los tres edificios. A finales del mismo mes se reunieron los compañeros en un círculo de hombres antipatriarcales gracias al llamado a la auto convocación por parte de la asamblea de mujeres. Como organizaciones feministas existe la vocalía de género y sexualidades u central y en las diferentes facultades se están trabajando los diferentes ejes temáticos.


Todas las organizaciones están trabajando la educación y perspectivas de género, hasta condiciones laborales dentro y fuera de los establecimientos educativos. Con el objetivo de que participe la mayor cantidad de estudiantes base, secretarias y organizaciones, trabajadorxs, sectores populares, entre otras, que se plateen apoyar y fortalecer este encuentro tanto en el contenido como en estrategia para conquistar la educación feminista, y avanzar en unidad combativa en este nuevo ciclo de la lucha de clases.


Es necesario dejar claro ante todo, que en todas las discusiones que se han generado dentro de nuestra universidad, todas han dado a entender la comprensión de todos aquellos que están siendo parte de este periodo de transición que nos entregó este contexto histórico, en el cual, estamos eliminando de nuestra cultura muchos patrones patriarcales que son muy difíciles de desprender, pero que son necesarios de trabajar.


Para poder generar la discusión, hay que empezar a comprender cuál es la relación que se está construyendo entre el feminismo con el movimiento estudiantil, también debemos levantar en todos los espacios que sea necesario un trabajo deconstructivo y sobre todo, debemos saber entender cuál es la importancia de todo este movimiento para dejar de mirarlo como algo secundario. Es una realidad que debemos dejar de reproducir para empezar a generar cambios y así lograr un ambiente fraterno, de sororidad, sin vicios del sistema patriarcal, y que esto pueda ser generado entre todos, todas y todes.


Este es un mensaje no tan solo para la comunidad estudiantil de la universidad central, sino que es para lxs funcionarixs, para lxs academicxs, para las autoridades, para lxs administrativxs, para nuestras familias, para las demás universidades, y para todo el que sienta la necesidad de vivir sin violencia, sin acoso, sin discriminación, sin humillaciones y sin abusos.


Debemos crear una universidad reflexiva ante estas problemáticas, una universidad consiente, que sepa identificar al patriarcado y combatirlo. Debemos empezar a levantar una universidad diferente, en donde las dirigencias estudiantiles no deben tener un carácter masculinizado, en donde las compañeras sean también parte de toda construcción.


Circular Feminista Ucen


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